La mayor dificultad de la empresa es su gigante estructura y poca disponibilidad de materia prima para procesar. Es decir, cuenta con seis plantas industriales- tres ubicadas en las localidades de Súnchales, Gálvez y San Guillermo en Santa Fe y otras tres distribuidas en Devoto, La Carlota y Balnearia en Córdoba- donde emplea a más de 1.500 personas pero procesa apenas 500.000 litros diarios de leche cruda. Lo ideal, dicen en el sector, sería alcanzar los 1,5 millones diarios pero eso sin fondos frescos parece una utopía.
En este marco, el Gobierno evalúa alternativas para sacar a flote a la cooperativa que además arrastra millonarias deudas entre organismos públicos, proveedores y fondos de inversión locales y del exterior, superando así ampliamente los u$s120 millones.
Como reveló Ámbito, la intención del oficialismo es que no se profundice el desguace de la empresa que atravesó quizás su peor momento durante el Gobierno anterior cuando en apenas tres años (de 2016 a 2019) se desprendió de nueve plantas industriales. El objetivo primordial en esta nueva etapa será en primer lugar cuidar las fuentes de trabajo.
Según revelaron fuentes vinculadas al plan de “rescate”, la propuesta de los empresarios ya fue recibida por los miembros del Consejo de Administración de Sancor y ahora quedó bajo análisis. Se espera para las próximas nuevas reuniones entre los directivos, los rescatistas y funcionarios del Gobierno nacional, en particular, del Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas.
El grupo de empresarios que aspiran a controlar la administración de la compañía está integrado por el abogado Leandro Salvatierra, el experto en lechería Jorge Estevez, el dirigente de la UIA José Urtubey, Marcelo Figueiras, de Laboratorio Richmond y fabricante en el país de la vacuna Sputnik Vida, y Gustavo Scaglione, empresario de medios, entre otros.
El ingreso de los empresarios de renombre sería fundamental porque la cooperativa también necesita recobrar la confianza no solo de sus acreedores sino también de los productores tamberos para que le entreguen leche cruda. Y ese punto no es menor, porque sin un aceitado vínculo con sus proveedores difícilmente consiga procesar el volumen ideal de 1,5 millones de litros de leche diarios.
Durante los últimos contactos, los directivos de Sancor y los empresarios coincidieron en la necesidad de apurar el cobro de u$s18 millones que Venezuela le adeuda por exportaciones de leche en polvo realizadas años atrás. La gestión quedaría en manos de la Cancillería.
Otra cuestión clave serán también las muy factibles inversiones que se tendrán que hacer en sus seis plantas de producción que no han recibido actualizaciones técnicas sino solo mantenimiento. Una opción es constituir un Fondo de Garantías con asistencia del Estado destinado exclusivamente a la compra de materia prima e insumos. Los nuevos administradores no descartan recurrir al mercado financiero para atraer capitales.
La semana pasada el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, recibieron en la Casa Rosada al secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), Héctor Ponce, para dialogar sobre el rescate y los puestos de trabajo en riesgo.
“Hace mucho tiempo que estamos viviendo este estado de situación y confiamos en la ayuda del Estado para rescatar una empresa que se ha constituido por mérito propio en referente de la lechería y de la actividad a nivel nacional. Estamos trabajando en ese sentido", explicó Ponce.
Fuente: Ámbito