En los últimos días la localidad de Miramar de Ansenuza vive una situación de disputa por un espacio público entre el Gobierno Municipal y una entidad civil que se aboca a actividades culturales, denominada "La Escuelita", a causa del pedido de desalojo de las instalaciones donde trabaja desde hace seis años la entidad cultural.
La propiedad que pertenece a la Provincia de Córdoba, quedó en desuso al trasladarse la Escuela Primaria que allí funcionaba al construirse un nuevo edificio, al estar disponible la estructura, un grupo de vecinos comenzo con actividades culturales, que hoy cuenta además numerosos talleres, con una radio y biblioteca popular.
Ante estituación los miembros de la asociación realizaron una asamblea popular celebrada frente al espacio cultural, en la cual participaron unos 100 vecinos, en la misma se comunicó a los presentes sobre los hechos por los cuales está atravesando "La Escuelita" a partir de la lectura de un texto fundamentado en documentos y evidencias comprobables.
Sobre lo resuelto comentaron "volvimos a emitir desde la Radio Otros Nosotros amparados y amparadas por el hecho de que las radios comunitarias están reconocidas y protegidas por diversas normativas nacionales e internacionales en tanto su desarrollo se reconoce como una actividad de interés público.
En el comicado comentaron que "el programa comenzó a las 10:30, a las 11:15 se presentó un móvil de la Cooperativa Eléctrica y de Servicios Públicos, Miramar Ltda. con una orden del Municipio de cortar el suministro eléctrico del espacio. Con el derecho adquirido ante la obtención de la licencia oficial del Ente Nacional de Comunicaciones, solicitamos una orden escrita que avalara tal acción que implicaba callar la radio que había vuelto a emitir luego de una semana y media de clausura. Más tarde, nuevamente, y esta vez con una orden se efectuó el corte del suministro eléctrico en el espacio".
El relato continua, luego "inspectores municipales se apersonaron para colocar más fajas de clausura y cerrar todos los ingresos al espacio.Compañeros y compañeras se mantuvieron en el espacio porque permitir tal cierre implicaba la imposibilidad de proteger y salvaguardar no solo todo el patrimonio cultural de La Escuelita sino todo el equipamiento técnico, instrumentos, herramientas y elementos de trabajo. Por la siesta, se nos notificó sobre la intención de desalojo de quienes estaban dentro del espacio".
"Al no existir una orden judicial que avale tal acción, la misma quedó sin efecto y a esta hora, compañeros y compañeras continúan en La Escuelita, sin luz, protegiendo los bienes que allí tenemos. Se agradece la predisposición del personal de la Comisaría de la localidad que se acercó a mediar y a transmitirnos tranquilidad para quienes hoy pasarán la noche en el espacio ante una falta de certezas sobre la seguridad de los bienes del La Escuelita".