INTENDENTE DE RÍO PRIMERO DIO UN DISCURSO PARA UN REDUCIDO GRUPO DE SIMPATIZANTES Y FUNCIONARIOS
El 28 de febrero se realizó la sesión preparatoria del Concejo Deliberante de Río Primero en donde se fijó la fecha, lugar y horario del acto de apertura de sesiones ordinarias al que se invitaría como única oradora a la intendente municipal, Cristina Cravero.
Durante la sesión, el presidente del Concejo, Lucas Pirazzini, anticipó que no participaría y lo propio hizo el concejal Oscar Casella sumándose su par María José Ceballos.
Horas antes de que se concretara el acto, desde el bloque de la UCR/Juntos por el Cambio, y con la firma de Ceballos y Casella, se publicó un comunicado explicando la decisión: “Una vez más vemos cómo se pierde en un acto político partidario, el respeto por nuestras instituciones democráticas”, denunciaron y argumentaron: “En el día en que debería realizarse la apertura de sesiones, el oficialismo convirtió este acto de rendición de cuentas en uno electoral”.
Por eso justificaron su inasistencia indicando que “no vamos a ser parte de ese juego… No nos vamos a exponer como hicimos en años anteriores a situaciones de agravio y violencia”.
En sintonía con lo expuesto por los ediles del radicalismo, Pirazzini fundamentó su inasistencia en que “una vez más vemos a nuestro Concejo opacado por agravios e insultos. Los rioprimerenses estamos cansados de la violencia de la intendente actual y sus amigos. No vamos a dejar que nos sigan maltratando”.
“En dos oportunidades tuvimos problemas por gente que convocó el Municipio para generar disturbios y no quiero que vuelva a suceder eso”, recordó el presidente. “Esta gente nos tiene acostumbrados a lo peor que se puede haber visto en democracia. Nunca respetó a este Concejo como institución, nunca han tenido un diálogo y nos han pasado por encima. Yo no voy a poner en riesgo la integridad física de nadie”, había dicho el presidente en la sesión preparatoria, detallando cada uno de los bochornosos momentos de los que fueron víctimas con abucheos e insultos.
Guillermo Crucianelli, por su parte, defendió la institucionalidad e intentó dar una muestra más de confianza a la gestión, reconociendo que “hubo mala praxis” en años anteriores e incluso con “cuestiones personales”, en las que él mismo fue víctima de un allanamiento por parte de inspectores municipales fuera del radio urbano local, en un acto de total autoritarismo. Sin embargo pidió “bregar por la institucionalidad, por el fortalecimiento de la democracia”.
Imagen: captura de pantalla transmisión en vivo