Los allanamientos, dirigido por el Ministerio Público Fiscal, fueron llevados a cabo sobre calles Rucci al 1300 y Marcos Juárez s/n de barrio La Calera de la cuidad de Villa María y detuvieron a un referente narcomenudista de 32 años.
En las viviendas, con destacada labor de los investigadores de la Fuerza, se logró el secuestro de varias dosis de marihuana, dinero ($418.200 y 100 dólares), un revólver calibre 32, cuatro cartuchos y elementos relacionados a la causa.
Vale destacar que el domicilio donde se ejercía el narcomendeo y fue detenido el investigado, se encuentra a escasos metros de un playón municipal.
Por último, la Fiscalía Móvil de Lucha contra el Narcotráfico de Villa María ordenó la remisión de lo incautado y el traslado del aprehendido a sede judicial por infracción a la Ley Nacional de Estupefacientes.
En la ciudad de Oncativo, la consternación persiste ante la tragedia que tuvo lugar durante la jornada de ayer al mediodía. En este incidente, tres trabajadores quedaron atrapados en el interior de un pozo. La empresa involucrada en este incidente, Hidrocentro SRL con sede en Villa María, se dedica a la ejecución de excavaciones y la limpieza de tuberías.
La desafortunada situación fue descubierta por un compañero de los afectados, quien de inmediato alertó a las autoridades policiales. En respuesta a la emergencia, se solicitó la intervención de los servicios de ambulancia y de los Bomberos para abordar operación de rescate.
Según información proporcionada por las fuerzas de seguridad, los tres individuos se encontraban llevando a cabo tareas en el interior de un pozo de una profundidad aproximada de 6 metros. Su labor consistía en efectuar reparaciones en las tuberías subterráneas. No obstante, la situación se tornó trágica cuando, al accionar una llave de bombeo correspondiente al sistema de cloacas municipales, un flujo de líquido súbito los sorprendió. Este incidente los dejó incapacitados para salir por sus propios medios, sumiéndolos en una situación desesperada.
El rescate de los trabajadores atrapados fue un proceso arduo y meticuloso. Un camión especializado en desagotes fue empleado para extraer el agua acumulada en el pozo, allanando el camino para la labor de los bomberos voluntarios. Con determinación y profesionalismo, estos valerosos individuos lograron recuperar los cuerpos de los operarios fallecidos. Aunque se ha avanzado en el proceso de recuperación de los cuerpos, las identidades de los tres hombres aún no han sido reveladas.
Una mujer de 83 años falleció como consecuencia de las graves heridas ocasionadas por un arma blanca y su hijo de 54 años, que se encontraba con ella, es el principal sospechoso.
El hecho se reportó pasada la medianoche, cuando la policía fue convocada a un domicilio ubicado en calle San Juan al 1400 de Villa María, por parte del servicio de emergencias que se encontraba en el lugar, adonde fue requerido para dar los primeros auxilios a Susana Carolina Santarrosa (83), que fue luego trasladada al hospital, adonde finalmente falleció
En el lugar, los efectivos detuvieron a Ignacio Barrondo (54), el hijo de la mujer, quien es paciente psiquiátrico.Las sospechas sobre él están fundadas en las declaraciones de su médico psiquiatra.
El doctor Gustavo Berrone se hizo presente en el lugar de los hechos para asistir a su paciente. Al llegar, y de acuerdo a lo informado en el parte de la Policía de Córdoba, Barrondo le dijo a su médico: “Mi mamá está muerta, le quise sacar la diabetes del cuerpo”.
El facultativo indicó que Barrondo está diagnosticado de esquizofrenia paranoica. Posteriormente, Barrondo fue trasladado al Hospital Pasteur para una valoración inicial y luego llevado a un centro especializado.
En el lugar la policía secuestró un cuchillo tramontina y ropas con manchas de sangre por orden de la Fiscal de Primer Turno, Silvia Maldonado, quien lleva adelante la investigación y ahora deberá determinar si Barrondo es inimputable en virtud de su diagnóstico psiquiátrico y la posibilidad de que por ello no comprenda la criminalidad de sus actos.
La madre de una mujer que falleció en el Hospital Pasteur de Villa María, durante el fin de semana pasado, denunció ante el medio Villa María Ya!, la angustiante situación.
"El domingo a la mañana, cerca de las 6 horas, mi hija ya estaba a tiempo para tener el bebé. El domingo anterior ya había ido con contracciones y no la quisieron atender por el paro. Siguió muy mal hasta que no aguantó más y fue al Hospital", relató su madre al medio.
"A la fuerza, gracias a un policía que pateaba la puerta, la hicieron pasar. De nada sirvió porque esperaron a un cambio de guardia. En ese tiempo que esperó, sufriendo como un perro, al bebé dejó de latirle su corazoncito y mi hija hizo un pico de presión".
"Una mala praxis con todas las letras, así juegan con la salud de la gente. La dejaron morir sola como si fuera un perro, eso le hicieron a una chica de 30 años con toda una vida por delante, dejando a una criatura de tres años sin madre".
Respuesta oficial Villa María Ya! se puso en contacto con las máximas autoridades del Hospital Pasteur y con el área de prensa para comunicar esta situación y ofrecerles la oportunidad de aclarar o dar las explicaciones que crean necesarias, pero hasta el momento de esta publicación no hubo respuesta
El dueño de un campo echó a una familia después de que denunciaran el abuso sexual que sufría una niña de 10 años. El tremendo hecho se conoció hace pocas horas y tiene lugar en Silvio Pellico. Las identidades de todos los implicados se reservan para proteger la integridad de la víctima.
Todo empezó en enero, en un campo ubicado en la zona rural de Silvio Pellico, a 10 kilómetros del pueblo. La familia trabaja en ese lugar desde mayo del año pasado. Son peones rurales no registrados, que están "en negro". Sucede que desde enero, la hija del matrimonio, una niña de 10 años, empezó a manifestar cambios de conducta. No decía lo que le pasaba cuando le preguntaban.
Entre febrero y marzo inició su año escolar y la maestra notó los cambios de actitud y la familia decidió que debía ir a un psicólogo.
La terapeuta notó signos de abuso y finalmente la niña habló e identificó a otro trabajador rural, el encargado de las guacheras, como el autor del abuso sexual.
La mujer decidió hacer la denuncia ante la justicia pero, antes de acudir a la Unidad Judicial, le contó a su empleador lo que estaba pasando. Lejos de encontrar ayuda, el dueño del campo le pidió que "no hagan problemas" y les ofreció un millón de pesos para que "no hagan nada".
La mujer siempre le creyó a la niña y no aceptó callar. En Silvio Pellico no quisieron tomarle la denuncia y vino a Villa María. Acá le recomendaron que radicara la denuncia en La Playosa. Lo hizo el 5 de abril. Ese mismo día, y por la gravedad de los hechos, la justicia local detuvo al sujeto.
Al enterarse el dueño del campo de esto, visitó a la familia y los echó. Lo hizo de palabra. Los dejó sin casa ni trabajo.
La familia quedó totalmente a la deriva, y acudieron a UATRE, el gremio de los trabajadores rurales. La entidad intervino pero el matrimonio y la niña sufre el constante hostigamiento del dueño del campo, que los sigue increpando por la denuncia.
Durante el martes, la Justicia de Villa María condenó a 20 años de prisión a Mayco Emanuel Barea (36), un hombre que llegó acusado por graves hechos de abuso sexual contra seis niñas, algunas de su entorno familiar. La audiencia se realizó a puertas cerradas, por las características de los delitos que se ventilaron en el juicio, aunque se pudo saber que comenzó a la mañana, y se extendió aproximadamente hasta las cinco de la tarde, dado que el acusado desde el principio y hasta el final negó los hechos. Asimismo, pasaron por la sala al menos tres testigos.
Al dar sus alegatos, Muñoz solicitó 10 años de prisión para su defendido, en tanto que el resto de los participantes solicitaron 20 años, pena que fue finalmente impuesta por la magistrada. Finalmente, también solicitó que se le otorgue tratamiento psicológico y psiquiátrico, del que deberán dar cuenta ante el Tribunal.
