El Gobierno de Córdoba instaló un sistema de desviadores de vuelo en los tendidos eléctricos que atraviesan la Reserva Bañados del Río Petri y la Laguna Mar Chiquita, para evitar choques de aves con los cables. Estos dispositivos poseen bandas luminosas y franjas reflectantes visibles aún con niebla o lluvia, y su movimiento con el viento genera un efecto visual que alerta a las aves.
La iniciativa responde a un problema detectado en Miramar de Ansenuza y busca proteger especies como el flamenco austral, la parina y otras aves migratorias. La zona, que concentra el 36% de la avifauna argentina, es clave para la reproducción y descanso de unas 500.000 aves cada año.
El subsecretario de Biodiversidad, Miguel Magnasco, destacó que se enmarca en una política integral de conservación, mientras que desde Infraestructura Eléctrica remarcaron que se trata de una solución única en Argentina que combina preservación ambiental y seguridad del sistema eléctrico. La experiencia piloto podría replicarse en otras áreas naturales protegidas.