Oscar Fornasero, productor de Morteros, decidió apagar el robot de ordeñe que había instalado en 2017 y volver al sistema convencional.

La decisión se basó en los altos costos de mantenimiento, la falta de personal capacitado y la baja rentabilidad por el consumo eléctrico, los repuestos y la sequía que afectó la calidad del alimento.
“Con el robot gastábamos muchísimo, hoy pagamos un 40 % menos de luz y logramos ahorrar 10 millones de pesos por mes”, explicó. Tras la vuelta al sistema tradicional, integraron las 120 vacas robotizadas al resto del rodeo sin inconvenientes y hoy ordeñan más de 400 animales con un promedio de 10 mil litros diarios.
Aunque valoró la tecnología, aseguró que la ecuación económica no cerraba y que ahora está invirtiendo esos ahorros en tierra.