EMPRESARIO DE LA PARA ENTRE LOS ACUSADOS EN EL JUICIO POR ESTAFA CON CAMPOS
Luego de dos años de detención de la viuda, Liliana Basualdo, la causa avanzó y el abogado de Normi Titti, el Dr Marcelo Touriño, anunció que la causa fue elevada a juicio.
Una de las novedades informadas por el letrado es que están imputados no solamente Basualdo, sino también los abogados que la asesoraban (Fernando Cravero y César Ochi), con la participación de la actual pareja de Liliana, Julio Rivero, y la de su hermana Nilda Basualdo (casada con Pedro Titti, pero cuyo matrimonio fue declarado nulo); incluyéndose esta vez al productor agropecuario Rubén Bianco, a quien en su momento, el juez Fernández López había excluido de responsabilidad, «siendo en definitiva el principal beneficiario y evidente coautor de la maniobra de estafa», aseguró Touriño.
Para el abogado que representa a la única heredera de los campos de los hermanos Titti, la Cámara de Acusación ha tenido conceptos muy contundentes sobre el estrecho vínculo de Bianco con los imputados; la incapacidad notoria, evidente y total de los Titti; y la vinculación de la Mutual Sportivo Belgrano que presidía Bianco y de la que forma parte su esposa en la Comisión Directiva, trasegaba el préstamo que esa entidad le daba a Liliana Basualdo y a su vez le cobraba esos préstamos con los mismos cheques que Bianco le había entregado para el arrendamiento de los campos de Pedro Titti a un precio mucho menor que el correspondiente. Por lo tanto «las pruebas son contundentes en relación a Bianco», destacó el letrado.
«Bianco, empresario, con enorme cantidad de recursos económicos, es una de las personas más importantes económicamente y socialmente de La Para, él es quien se ha quedado con casi todos los campos y es colindante con uno de sus campos propios con uno de Pedro Titti que le arrendaba, por lo cual no puede decir que desconocía de la incapacidad de este pobre anciano del que todos se aprovechaban para obtener beneficios propios», denunció Touriño.
LAS IMPUTACIONES
Liliana se hizo arrojar calaveras frente a su vivieda, se hizo disparar en contra a su casa, y después se autoinfringió dos disparos, determinando la fiscal que no había sido Normi Titti la responsable o autora de los ataques, sino que había sido la misma viuda quien perpetró cada uno de esos hechos para implicar a Normi, heredera legal de los campos, según lo expresó el abogado querellante.
Por todo ello es que la viuda está imputada por coautora responsable del delito de defraudación por circuvención de incapaces reiterada, en concurso real; por autora del elito de falso testimonio reiterado en concurso real; y por autora del delito de coacción.
Su hermana Nilda Basualdo está imputada como supuesta coautora responsable del delito de defraudación por circunvención de incapaces.
El abogado Fernando Cravero fue imputado como partícipe necesario del delito de defraudación por circunvención de incapaces reiterado.
El abogado César Ochi está imputado como supuesto instigador de los delitos de falso testimonio reiterado y autor del delito de conservación de instrumentos destinados a falsificar.
La pareja de Liliana Basualdo, Julio Rivero, fue imputado como supuesto coautor responsable del delito de defraudación por circunvención de incapaces reiterada; autor del delito de falsa denuncia y autor del delito de falso testimonio.
EL CASO
A comienzos de 1900, Pedro, Isidro y Ciriaco Titti se instalaron en La Para. En los últimos años de sus vidas, Pedro e Isidro se casaron con las dos jóvenes que los cuidaron y, tras sus muertes, les dejaron como herencia las tierras. Así, excluyeron a un sobrino del legado económico.
En 2008 Isidro, de 78 años, se casó con Liliana Basualdo, de 22, que se convirtió en la administradora de los campos. Ciriaco, en cambio, escrituró la donación de su propiedad a su cuñada y, al poco tiempo, murió. En 2016, Pedro, de 84 años, se casó con la hermana de Liliana, Nilda, de 27.
En el medio, en 2007 apareció Norma, a quien Pedro le dijo que era su hija biológica. Ella, que ahora tiene 42 años, realizó una demanda de filiación y, por medio de una prueba de ADN, logró comprobar el vínculo.
Poco después de la boda entre Nilda y Pedro, Norma pidió a la Justicia que declarara nulo el casamiento porque, según sostenía, su padre padecía «incapacidad neurocognitiva» y relató que él le contaba que su vida era un «calvario», que vendía leche en un carro cuando no tenía necesidad de hacerlo. En 2018, la Justicia anuló el matrimonio.
Si bien no hay un documento oficial que avale la distribución de las tierras entre los hermanos, afirman que existe un acuerdo informal: 41 hectáreas corresponden a Pedro y 176, que eran de Isidro, ahora están en manos de Liliana. Estas últimas están en alquiler hasta este año.
Fuente: Diario del Pueblo