LOS REFUGIOS Y ASITENCIA ALIMENTARIA DE SAN FRANCISCO Y FRONTERA ESTAN EN EMERGENCIA SOCIAL
La combinación de la fuerte suba del precio de los alquileres, la inflación y un recorte en aportes estatales a organizaciones sociales colocan a San Francisco y Frontera en un nuevo escenario de emergencia social.
Subió la demanda de refugio para personas en situación de calle y desde instituciones que brindan asistencia alimentaria alertan sobre nuevos colectivos de exclusión entre los que destacan los trabajadores precarizados.
Admitieron que la pobreza viene haciendo estragos en una porción cada vez más grande de la población. Y contaron que para atenuar los efectos de la crisis económica tienen que esforzarse cada vez más para continuar brindando la asistencia.
En los últimos meses, prácticamente se duplicó la demanda de raciones alimentarias, generando de esta manera un cuello de botella asfixiante en las organizaciones encargadas de brindar esta ayuda.
Algo similar está ocurriendo con la demanda de lugares para pernoctar por parte de las personas más vulnerables, los “sin techo”. El Refugio Nocturno municipal (Avellaneda esquina Dante Alighieri) está funcionando casi al límite de su capacidad, que en este momento es de 16 camas.
Cada noche, los solicitantes de alojamiento ingresan el lugar a partir de las 20, previa admisión de un trabajador social. A partir de allí se bañan, comparten la cena y a las 23 se van a dormir. Al día siguiente, se sirve el desayuno a las 7 y el egreso es a las 8.
La directora general de Políticas Sociales de la municipalidad de San Francisco, Claudia Lenis, reconoció que en este momento “estamos trabajando con el cupo lleno” y recordó que si bien en un principio “la demanda bajaba los fines de semana, ahora es permanente, de lunes a lunes”.
En la actualidad, el promedio de ocupación ronda entre 10 y 14 personas por día, aunque Lenis informó que “en dos oportunidades, el 3 y el 7 de agosto tuvimos que reasignar a dos personas en otros lugares” debido a que se había colmado la capacidad del refugio nocturno.
De esa cantidad de asistentes al refugio “un 80 % asiste de manera regular “lo que no significa que vayan todos los días” a lo que se suman “aquellos que van todos los días porque necesitan ser acompañados de una manera permanente”.
En la vecina ciudad de Frontera, el merendero La Amistad -Calle 100 al 950- está atravesando por “una situación extrema” de acuerdo a lo manifestado por el responsable de este espacio, Gonzalo Giuliano Albo, quien reconoció que “estamos en el peor momento desde que creamos el merendero”.